Las uvas se vendimiaron con máquinas en el momento óptimo de su maduración durante la primera quincena de septiembre. Se trasladan rápidamente a la bodega para evitar oxidaciones, se despalillan y se encuban en depósitos de acero inoxidable para realizar la fermentación alcohólica a una temperatura de 25ºC durante 15 días. Al terminar la fermentación y tras una maceración de unos 7 días se descuba. Utilizamos sólo el vino procedente del sangrado y una vez finalizada la fermentación maloláctica el vino se clarifica, se filtra y embotella bajo las más estrictas condiciones higiénicas.